Soneto 243. DESTELLO DE CALOR
Destello de calor de tanta intensidad
que es proclive a despertar el recuerdo
de un atardecer - de amor -, donde pierdo
la última puesta de sol - de alta densidad -.
El aire se asfixia hasta la inmensidad
y retoma aliento, en el desacuerdo,
de voces que no llegan a un acuerdo
ni por sus lazos de consanguinidad.
Golpes de sudores en cuerpos vivos
que se alimentan de amores altivos
y se despojan de sus camisetas.
Sorbos de agua y goteos expansivos
que se alzan con colores explosivos
en panaceas de las almas prietas.
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