Soneto 279. VUELOS CANCELADOS DE TRISTEZA
Todos los hijos de hambre se estampan
en las antípodas de la belleza
y en vuelos cancelados, de tristeza,
todas las turbulencias se las zampan.
Desconfiguración de almas que acampan
sobre campos de minas y maleza
y luz que se apaga en esta grandeza
de las lluvias de estrellas, que no escampan.
En manojos de pelos descosidos,
una madre amamanta bajo abrigo
a unos labios secos de su calostro.
En arrumacos de abrazos perdidos,
un padre se acurruca en el abrigo
de unas caricias que no tienen rostro.
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